El otro día probé un postre que sabía su existencia, pero no conocía su sabor, y fue muy bueno. Es un muss de chocolate, se llama Chandell, es cremoso, concentrado y muy sabroso. Es más los cuchareé hasta el fondo, lo comí, dándome el placer de comerlo con los dedos, estuvo muy bueno. Por un instante, sentí que estaba embetunado en chocolate, quede algo sucio, pero no importa, para eso esta el agua y un pañito para secarse. Realmente no fue mi preocupación en ese momento, solo dejar mi mente en blanco y probar el sabor y sensación que sentía en ese momento. Y al parecer es la mejor manera de apreciar el sabor de algo, es dejar tu mente en blanco, borrar cada indicio de sabores que tu mente pueda reconocer y solo tratar de descubrir y apreciar lo que sientes en ese momento.
Es un muy buen postre.
1 comentario:
Hola: No había entrado hace días por acá y veo que has puesto varios artículos.
Sobre el placer de un sabor, excelente forma de comunicación.... se notan tus estudios en el área, porque me dieron ganas de comer ese postre... jejejeje... un abrazo
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